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La Torre Eiffel, la historia que esconde el gran monumento de la época industrial

La Torre Eiffel, ultra conocido símbolo patrio francés, fue llevada a cabo por el ingeniero Gustave Eiffel. El objetivo de esta imponente construcción de más de 300 metros de altura fue ser el gran reclamo de la Exposición Universal de 1889. Pero, además de su impagable valor turístico, este monumento encierra también una gran historia en su haber.

La Exposición Universal

Las Exposiciones Universales fueron una serie de ferias internacionales que germinaron en el continente europeo a partir de la segunda mitad del S.XIX. Su mayor objetivo era juntar a las grandes potencias industriales para mostrar los importantes avances en el dominio tecnológico de cada nación cara al mundo. A esto se le suma enfatizar las mieles de una época boyante sustentada en la invención de la máquina de vapor, la Era Industrial. 

Aunque sus orígenes se encuentren en las exposiciones de ámbito nacional francesas, no sería hasta 1851 que se organizaría la primera de ámbito internacional. Esta tuvo lugar en el Palacio de Cristal londinense, y tenía por finalidad demostrar la superioridad industrial del Reino Unido. Para ello se expuso no sólo las nuevas maquinarias, sino también diversas materias primas y manufacturas, que preponderaban la supremacía británica en estos ámbitos.

Estas ferias se realizaron, cada año, en numerosas ciudades a lo largo del S.XIX y XX. Entre ellas podemos destacar París, Roma, Bruselas, Amsterdam, Barcelona o San Francisco, entre muchas otras. Aunque las podamos seguir en el tiempo hasta nuestros días, poco a poco fueron cambiando de matiz. Pasaron de enarbolar la era industrial a la de los intercambios culturales hasta ser, a día de hoy, una especie de plataforma propagandística a nivel internacional para ciertos países. 

En la época industrial, fueron utilizadas para mostrar el poderío de las naciones occidentales (tanto en el plano industrial, como el imaginativo y comercial) con el fin de proyectar, en una tensa situación de competitividad, al primer plano internacional los estados enfrentados.

La Exposición Universal de París de 1889

En 1889, París se dispuso a acoger en su seno la Exposición Universal. El año elegido, aunque no era la primera vez que el país organizaba una de estas ferias, no fue en balde. Este evento sería el colofón del centenario de la Révolution Française, y la capital se vistió para la ocasión. 

La exposición se extendió sobre un área de casi 100 hectáreas, cubriendo buena parte de la ciudad franca. Se construyó el impresionante Palacio de las Máquinas y se organizaron muchas otras atracciones. Entre ellas destacan un zoológico humano indígena y la exposición de un ferrocarril londinense (cuyo superintendente moriría durante el desarrollo del espectáculo). A ello se le suma la visita del célebre vaquero, Buffalo Bill, ni más ni menos. 

Pero el broche del evento fue una esplendorosa y gigantesca estructura de metal de más de 300 metros de altitud, la Tour Eiffel. 

La Torre Eiffel, el mayor símbolo de la Revolución Industrial

Aunque ya en 1876, durante la Exposición de Philadelphia, se especuló sobre la posibilidad de construir una enorme torre de metal, The Centennial Tower, el proyecto no vería la luz hasta 1884, a miles de kilómetros de distancia, año en el que Gustave Eiffel recibió el primer boceto de la inmensa estructura. 

Tras rechazarlo quedó maravillado con la nueva versión presentada por Stephen Sauvestre en 1887. La construcción de la Torre Eiffel se extendió por más de dos años (finales de enero de 1887 hasta marzo del 89).

Durante la misma, los trabajadores de la Torre Eiffel se declararon en huelga en dos ocasiones. Estos lucharon por una mejora en sus condiciones de trabajo, buscando el aumento de sus salarios y la reducción de sus horas laborales. Los operarios trabajaban una media de 9 horas durante el invierno y de 12 el resto del año. El salario, por su parte, aunque superior a la media, era demasiado escaso cuando se analiza el riesgo asumido durante la faraónica construcción. Gustave Eiffel se defendió afirmando que el riesgo de trabajar a 50 o 200 metros era el mismo, aunque les acordó una pequeña mejoría salarial.

El 31 de marzo de 1889 Gustave Eiffel, tras una subida a pie de más de una hora, inauguró formalmente la torre. Para ello enarboló, en la cúspide del monumento, oda de la era industrial, la bandera tricolor francesa. Una salva de disparos de cañón acompañó a la teatralidad del momento. 

Un inicio fulgurante, un decaimiento progresivo

El primer día de su inauguración, el 6 de mayo y sin haber instalado aún los ascensores, unas 30.000 personas visitaron la Torre Eiffel. El número superó los 2 millones durante la Exposición. Los visitantes no querían perderse las vistas que proporcionaba la construcción más alta sobre la tierra (superada en 1930 por el Edificio Chrysler de Nueva York).

El éxito inicial cayó en picado tras el evento internacional, aunque otro repunte aconteció durante la Exposición de 1900. Las visitas se redujeron alarmantemente, y ya no eran suficientes para el mantenimiento de la estructura. Y algunas voces empiezan a elevarse pidiendo la destrucción del monumento.

La Torre Eiffel sobrevive a dos guerras mundiales

La megaestructura tuvo un papel relevante durante la Primera Guerra Mundial. Mediante el receptor instalado en la torre, los franceses pudieron interceptar comunicaciones de radio de las potencias de la Triple Alianza. Este hecho les otorgó una ventaja considerable, sobre todo en el primer avance germano por el río Marne francés.

Sobre el autor

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Co-fundador del Hereje, Lucas Mestre es el alma del proyecto. Como profesor y enamorado de la historia, vierte una mirada única en el contenido. Mestre es profesor de historia y geografía. Se licenció en historia y cursó un master en historia contemporánea. Tras esto se orientó como profesor, completando el master de formación del profesorado e iniciando así su carrera profesional. No sería hasta poco después cuando se le presentó la oportunidad de este proyecto, compatibilizando ambos aspectos de su vida hasta hoy.
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